domingo, 31 de mayo de 2009

Poemas para el regreso IV (noviembre 2007)

Cuando regreses, después de tantos años de haber estado lejos, con tantos caminos recorridos, tantas guerras luchadas y tantas noches de soledad; cuando regreses y te des cuenta que el tiempo no te lleva a ninguna parte; cuando regreses porque ningún barco navega al lugar al que deseas llegar; cuando regreses porque quieras verme de nuevo o simplemente porque no tengas otro lugar para descansar; cuando regreses con los surcos en la frente, y todo lo que has cosechado esté regado por el mundo, cuando por fin vuelvas, espero que encuentres en esta ciudad un rostro familiar, una memoria que recuerde lo que has hecho, un viejo que al escuchar tu nombre rejuvenezca por un instante o por lo menos pueda contarte qué ha sido de todos los que alguna vez amaste.
Espero que el futuro para ti no se convierta en un anhelo del pasado, y que al llegar al final de tu camino puedas ver hacia atrás y sentir que después de todo no falta nada. Cuando vuelvas por fin, estaré sentada detrás de la pared, tejiendo recuerdos en un manto que te sirva de mortaja, para que, si vagas como alma errante por el mundo, al menos puedas llevar contigo un suvenir de tu vida terrena y no te olvides que alguna vez fuiste de carne y hueso. Por mi parte, no creo que muera porque es imposible para mí tener paz; así que seguiré escribiéndote poemas, para que el día que todos nos veamos de nuevo sepas por fin cuánto te amé, y que nunca dejé de pensar en ti.
¡Cuánto duele el silencio! ese silencio que atrapa tus palabras invisibles, que nunca llegan a ser palabras porque el miedo las enmudece y les quita las alas. En el silencio se esconden mis amores, mis temores y mis penas, en el silencio espero que encuentres la respuesta.

1 comentario:

Cristina Chavarria dijo...

estoy pasando por un SILENCIO y necesito desesperadamente quitarle el "mute"