Los planes de ir al mercado con Nadia (una amiga camerunesa) y el pequeno (su hijo Hendrick de dos anios) se vieron frustrados porque el pobre nino se pescó unos parásitos y hubo que llevarlo a la clínica. De suerte para mí, Nadia había invitado a Angele, su vecina/costurera, para que nos acompanara en las compras, así que ni por donde pasó me quedé sin paseo. Angele modificó un poco las instrucciones que Nadia nos había dado, y en vez de seguir la idea original de ir sólo a comprar telas, me llevó en un tour bastante más completo.
No creo que las intensiones de Angele hayan sido sólo pasear, porque ya estaba acordado (sin que yo supiera) que con la tela que comprara ella me iba a hacer algunas prendas. Cuando le dije que no creía que se pudiera, porque nos íbamos el sábado de Yaounde y no iba a dar tiempo de terminarlo, me dijo que ya estaba todo arreglado con Nadia para que ella me llevara las cosas a Kribi. Así que no me quedó más que aceptar cuando me ofreció ir a su taller para escoger los modelos de ropa que me interesaran, y así poder comprar la tela adecuada. Me midió de una vez y le encargué lo que quería.
Estaba muy contenta, me dijo que le tomara una foto, que probara las manias, que probara el fresco rojito que por un momento creí que era rosa de jamaica, que qué lástima que no me quedaba más tiempo para que descubrieramos Camerun, que nos hubiera invitado todos los días a comer comida tipica... Y así caminando y entre taxi y taxi fue dándome mil explicaciones y los nombres de cada mercado, cada edificio y cada barrio por el que pasábamos, y también de los que quedaban más lejos o más cerca. Yo medio entendia pero ella feliz habla que habla, y yo dejando que me llevara por aqui y por allá, y que hablara y hablara todo lo que quisiera.
Así llegamos al CICAM, que es donde venden las telas. Le compré a Ale la del día de la mujer que me había pedido, y yo una colorida que me costó mucho escoger, habían demasíadas opciones. Las telas del día de la mujer son bastante populares, tanto que había una cola especial sólo para comprarlas. Tienen frases y estampados que resaltan los derechos de la mujer, y por todos lados se ven vestidos y faldas de diferentes estilos hechos con la famosa tela.
Ya era después de medio día, y le propuse a Angele que fuéramos a comer por ahí porque yo la quería invitar. Me dijo que estaba bien, pero que antes le quería preguntar a su primo/sobrino, no me quedó clara la relación, que trabajaba por ahí cerca, qué lugar nos recomendaba para comer. así que subimos toda la calle del mercado, hasta el fondo, pasando por un montón de puestecitos y hombres piropeadores, para encontrar al primo/sobrino. Bien puesta la fama de los cameruneses de ser muy... desenvueltos con las mujeres, digamoslo así, porque cuando le di la mano al primo/sobrino para saludarlo, me jaló y me dijo que mejor nos saludabamos de beso. Despues me preguntó que si me casaría con un camerunés, pero Angele lo mandó a volar.
El primo/sobrino muy amablemente nos llevo a un restaurante del mercado central, y aunque él ya había almorzado se quedó con nosotros tomándose una cerveza. Comimos bien, pescado y plátanos y las mega coca colas de 60 cL que sólo se ven por aquí. Y la cerveza del primo, claro, a quien yo también paré invitando. Estuvo tranquilo lo del mercado, con los vendedores ambulantes que ofrecían desde calcetas hasta un líquido que lo lava todo (el carro, los dientes...), y un mendigo con un montón de calcetines arremangados en las piernas y en los brazos, que me dijo que me fuera con el porque me quería ensenar algo.
Despues de la buena comida decidimos regresar a la clínica, a ver como iban Nadia y el pequeno. Ningun taxi nos quería llevar porque me vieron blanquita y entonces que pagara mas, que mucho trafico, que no se que. Mejor nos cambiamos de calle y desde ahí si nos llevaron.
En la clínica habían otras mamás con sus bebes enfermos, todos en observacion y con suero. Entre todas se daban consejos, se pasaban comida, se hacían comentarios. La que más consejos daba era Angele, y todas la escuchaban atentamente. Al ratito se le terminó el suero al bebe y lo llevamos de regreso a la casa. Muy bien portado, pero todavia no quiso comer nada y prefirió sólo tomar agua (que el mismo destapó y volvió a tapar). Me ofreció un pedazo de pina y se fue a acostar al piso.
Nos despedimos de Angele, la vecina/costurera/guia turistica, que se quedó en su taller, y Nadia me trajo de regreso al hotel. Al final del dia tenía la sensación agradable de haberme dejado guiar por ahí, subiendo y bajando en los taxis llenos de gente.
4 comentarios:
Marce, que alegre suena tu visita a Camerún! creo que la mejor forma de conocer un país es con una persona de allí, porque te enseñan todo, y no se quedan en las aburridas visitas guiadas por gente que se inventa las historias. Espero que hayas llevado tu camara y tomado muchas fotitas; lo de la tela del día de la mujer me parece buenisimo (deberías traer para toda la comunidad MM, serían felices!)
Me alegra saber que te la estas pasando bien,
un beso
si tenés tiempo mirá 7 años en el Tibet, es la exacta fotografía de lo que te está sucediendo.
Ya veo que los cameruneses no pierden el tiempo, que directos. Menos mal que tu amiga te echó un capote.
Disfruto mucho con tu lectura.
Saludos a las dos.
Puchis Marce eso de que usted se habia ido tambien para el Congo si no me la sabia!!!! y eso??. Que dichosa disfruteselo mucho, mire que la envidio como ni tiene idea.
Abrazos a la Ale y que este bien.
CMY
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